Para conocer en profundidad las características de las comunidades y audiencias digitales, es esencial medir diversos indicadores. Esta práctica permite no solo caracterizar a este sector de la población, sino también identificar sus intereses y necesidades. Una vez identificada nuestra audiencia, podemos afinar y optimizar nuestra estrategia de marketing para dirigirla de manera más efectiva a nuestro público objetivo, incrementando así el interés y la atención de futuros clientes potenciales.
Al tener clara nuestra audiencia, es crucial planificar y crear contenido relevante y atractivo para este grupo. Un alto interés en nuestro contenido en redes sociales incrementará el compromiso con nuestra marca. De esta manera, los seguidores en plataformas como Instagram, TikTok, Facebook, LinkedIn y Twitter se mostrarán activos compartiendo, comentando y dando “me gusta” a nuestros reels, videos y publicaciones. Esta interacción incrementará la visibilidad de la empresa en entornos digitales, viralizando y amplificando rápidamente nuestro mensaje, producto o promoción.
Campañas inclusivas para comunidades diversas
Nielsen, una reconocida empresa estadounidense de medición de audiencia, destaca la importancia de integrar a grupos discriminados por etnia, raza, género, grupo socioeconómico o condición física en las campañas publicitarias. Estos grupos deben ser los «rostros» de las estrategias de marketing, incluso si las campañas no abordan una temática específica como la discapacidad.
Al incluir a estas comunidades, logramos que se sientan representadas y partícipes de una publicidad genuina y auténtica, conectando profundamente con la marca. Este enfoque puede extenderse a las redes sociales, donde es crucial incluir a influencers que representen la diversidad de nuestras comunidades. Esto no solo mejora la planificación y el impacto de las campañas, sino que también nos permite identificar los canales y contenidos preferidos por estos grupos.
El alcance de un marketing inclusivo va más allá. Según Neo Noticias, citando un estudio de ONU Mujeres, “las marcas que adoptan representaciones más inclusivas en sus anuncios obtienen mejores resultados económicos. Estas marcas registran un aumento de ventas directas a corto plazo del 3,46% y un 16,26% más de ventas directas a largo plazo, en comparación con anuncios menos inclusivos”.
La inclusión no solo debe ser un valor corporativo, sino también una pieza fundamental en la generación de estrategias de marketing y publicidad. Al pensar en nuestra audiencia, debemos analizar su complejidad y diversidad, creando contenido inclusivo que refleje a la gran mayoría.
Por último, para conectar profundamente con nuestro público objetivo, debemos involucrar a nuestros seguidores en iniciativas que impulsen la expresión de las comunidades en redes sociales. Esto puede incluir capacitaciones, donaciones a causas benéficas o voluntariado en campañas de ayuda social, fortaleciendo así la relación entre la empresa y la audiencia.